martes, 8 de febrero de 2011

Aprendiendo Aymara Primera Parte

AYMARA



El aimara, también aymara, es la principal lengua perteneciente a la familia lingüística del mismo nombre. Este idioma es hablado en diversas variantes, por el pueblo aimara en Bolivia (donde es una de las lenguas amerindias mayoritarias),en el Perú y Chile. El idioma es cooficial en Bolivia[3] y en el Perú[4] junto con el español. Constituye la primera lengua de un tercio de la población de Bolivia y es el principal idioma amerindio del sur peruano y el norte chileno.

El aimara tiene otras dos lenguas hermanas: el kawki, que se da por extinto y el jaqaru, hablado en el distrito de Tupe (provincia de Yauyos, Lima) por unos pocos millares de personas.

Aspectos lingüísticos

El idioma aymara utiliza ampliamente sus recursos gramaticales y es muy valorado, dentro de su cultura, la utilización diestra del idioma, el uso diestro consiste en acatar las normas de respeto y cortesía construyendo juegos de palabras y figuras de dicción muy elaboradas. En cambio, el hablar mal induce sanciones negativas. El hablar mal consiste en el uso de oraciones cortas con un mínimo de formas morfológicas y sintácticas; brusca y secamente, sin prestar atención a lo que otros dicen. La sanción generalmente es el silencio, aunque el silencio también puede ser señal de cortesía hacia la persona que habla.(El difundido concepto del aymara como una persona estoica y silenciosa resulta en gran parte de su manejo del silencio como sanción negativa.

El conocimiento personal y no-personal

En la cultura y la lengua aymara, el hablante debe estar conciente de la fuente u origen de sus datos. Éste conocimiento personal y no personal de los hechos se expresan mediante determinadas formas gramaticales. Esto quiere decir que todo lo que el aymara hablante dice y sabe por sus propios sentidos se expresa de una forma gramatical, y lo que el aymara hablante conoce por fuentes externas (porque se lo han dicho, inferido, adivinado o leído) se expresa por otras formas gramaticales.

En la lengua aymara, esta distinción gramatical entre el conocimiento personal y el no personal es totalmente natural y la ausencia de tal dicotomía en otras lenguas les parece inaceptable.

Tal ha sido la influencia de esta distinción aymara en Bolivia y en el Perú que ha entrado al castellano andino. La adaptación se hace algunas veces por medio de las partículas quizás, seguro, siempre. En otros casos asignan ciertas flexiones verbales como por ejemplo la forma del futuro:

Ejemplo:

* la forma del futuro iré se usa para conocimiento no-personal
* mientras que la construcción ir a se usa para conocimiento personal

El futuro suele usarse en situaciones de duda, mientra que con ir a implica una promesa.

En el aymara no hay correspondencia con el pluscuamperfecto castellano, y éste generalmente se asigna para expresar el conocimiento no-personal, dejando el pretérito para expresar el conocimiento personal.

Ejemplo: Un aymara hablante que aprende inglés y escucha la oración:

* Ludovico Bertonio was the teacher Salvador Yapita (Ludovico Bertonio fue maestro de Salvador Yapita)

Entiende que el hablante conoció a ambas personas y que vio que Bertonio enseñaba a Yapita. En cambio si el hablante no los conocía, el aymara esperaría escuchar mas bien.

Las 4 personas del idioma aymara

El idioma aymara reconoce 4 personas gramaticales que son:

* 1 NAYA hablante incluido, destinatario excluido
* 2 JUMA destinatario incluido, hablante excluido
* 3 JUPA ambos excluidos
* 4 JIWASA ambos incluidos

Éste sistema cuadripersonal tiene dos componentes que son el hablante y el destinatario en dos estados (presente y ausente).

Éstas cuatro personas en aymara no especifican número (el número plural lo expresa el sufijo -naka)

* Nayanaka o Na:naka
* Jupanaka
* Jumanaka
* Jiwasanaka

Estas cuatro personas son ampliamente utilizadas en todo el sistema morfológico aymara.

Particularmente destaca la importancia que tiene la segunda persona (destinatario), pues es la persona que se expresa más frecuentemente en comparación con la tercera persona (hablante y destinatario excluidos). Es muy usual que en una conversación se indique la relación de la segunda persona con el asunto del que se habla mencionando usualmente al destinatario específica y cortésmente con el uso de redundancias sintácticas comprensibles en la segunda persona, pero absurdas en la tercera persona.

La cultura aymara siempre da una gran importancia a la segunda persona evitando darle mandatos, reconociendo su presencia y anticipando sus deseos.

Concepción del tiempo y el espacio en el idioma aymara

El idioma aymara concibe el tiempo como ubicado en el espacio. Al contrario de los postulados lingüísticos indoeuropeos, el futuro está detrás de uno pues todavía no se ve, en tanto que el presente y el pasado están delante de uno pues ya se ha visto y se ve. De aquí nace la primera división de tiempos en el aymara: el futuro y el no-futuro, el presente y el pasado no se separan obligatoriamente; en cambio en las lenguas indoeuropeas la separación se da entre el pasado y el no-pasado, estando el futuro visible.

* Ejemplos:

* En castellano el presente y el futuro son visibles:

* Voy mañana
* Voy ahora mismo
* Voy todos los días

* En cambio el pasado es no-visible:

* Fui ayer

* En cambio, en el idioma aymara suelen emplearse metáforas espaciales para el tiempo:

Qhirpurkam significa Hasta otro día
Compuesto de:
Quipa detrás
uru día
kama hasta

Categorización configuración / movimiento

El idioma aymara también se caracteriza por ser explícito respecto al movimiento, tanto verbalmente como nominalmente.

Los verbos del idioma aymara definen claramente la relación del movimiento definiendo la configuración y la conformación de lo llevado. Por ejemplo no se pueden mover objetos granulares con el mismo verbo con el que se mueven objetos cilíndricos. El movimiento está siempre presente y sólo se detiene con el uso de ciertos sufijos. En el idioma aymara un verbo sin sufijos derivacionales que marquen el movimiento dejan al oyente con la información incompleta.

Niveles gramaticales
Sintaxis

El uso de los sufijos oracionales define la oración aymara. Los sufijos oracionales pueden aparecer con todas las clases de raíces. No van seguidos de otros sufijos. Cada oración debe estar marcada por uno o más sufijos oracionales, los cuales sirven para definir el tipo de oración, o puede estar marcada por la supresión de un sufijo oracional dado. Una oración no requiere de verbo ni de nominal, pero sí requiere de los sufijos oracionales apropiados. Varias combinaciones de sufijos oracionales definen la oración declarativa, la oración interrogativa sí/no, la oración interrogativa de información. También marcan listas, alternativas, expresiones de sorpresa, la conjunción de oraciones, etc. El aymara no tiene verbo “cópula” como el verbo ser en castellano; la relación o la identidad se indica por medio de sufijos oracionales. El orden de palabras como tal tiene menos importancia en aymara que la morfología, sobre todo en vista de que la oración se define morfológicamente mediante los sufijos oracionales.

Morfología

El aymara define la mayoría de las relaciones gramaticales mediante la morfología más que la sintaxis. Las clases morfológicas básicas son raíces y sufijos.

Las raíces son morfemas simples que ocurren inicialmente en las palabras. Son de tres clases: partículas, nominales y verbos. Una clase de raíces de nivel más alto es la de los interrogativos que entrecruza a las demás clases. Las raíces nominales y las partículas son libres. Las sub-clases son de especial importancia dentro de la clase de raíces nominales. Las clases de sufijos, además de las dos que se han mencionado en la sección sobre sintaxis, incluyen: sufijos verbales (flexionales y derivacionales), sufijos nominales y sufijos que forman temas. Los sufijos verbales derivacionales son parte del genio de la lengua aymara; mucho del juego de palabras, estilo y destreza del hablante se evidencian por el uso de esta clase. Para que los troncos verbales funcionen como verbos se requiere de sufijos flexionales verbales, los cuales indican persona (con paradigmas de nueve sufijos en cada tiempo verbal) y tiempo (con modo y fuente de datos, además de tiempo propiamente dicho).

Los sufijos nominales actúan sobre el sustantivo al cual se unen, o indican una relación sintáctica entre el sustantivo y el verbo. Los sufijos que forman temas hacen verbos de los sustantivos y sustantivos de los verbos. Su uso es frecuente; son comunes muchas alteraciones temáticas en una sola palabra.
Fonética y fonología
Vocales

Como el quechua y el árabe clásicos, el aimara usa sólo tres vocales (a, i, u), sin embargo presenta alargamientos vocálicos, los cuales se representan con una diéresis [ ¨ ] sobre la vocal. Así que se usan 6 grafías vocálicas: a, ä, i, ï, u, ü. Cabe mencionar también el cambio que se produce en las vocales i y u en /e/ y /o/, respectivamente, frente a una consonante uvular (q, q', qh, x). No tiene diptongos, sino que usa semivocales (w, y).



En el caso de las consonantes oclusivas, no existen consonantes como b, d o g. Sin embargo, hay tres formas de consonantes oclusivas: simples, glotizadas y aspiradas.

Gramática

Un hecho interesante del aimara es que en los pronombres tanto las formas de singular como las de plural tienen cuatro formas o "personas" gramaticales. Aunque dicha situación no es bastante común en el plural de muchas lenguas que tienen distinciones de clusividad, es bastante excepcional encontrar lenguas que tengan distinciones de clusividad en las formas formalemente de singular:



Ejemplos:

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